Una vez introducida a nuestro limbo atemporal, comenzás a procesar la información, juzgás, descartás, rechazás, adherís, e interpretás cada una, condicionado/a una vez más, por tu experiencia, modelos adquiridos y ejemplos aprendidos. Es decir que toda evaluación de un hecho presente la haces en base al pasado. Las decisiones que tomaste, pueden haber sido convenientes, o no. Y en este punto si podés reconocer los resultados del pasado como consecuencia de tus elecciones, podés elegir distinto. Si no podés evaluar, o decidís no modificar nada, las consecuencias seguirán siendo las mismas. Para resultados distintos, tendrás que pensar y sobre todo HACER, distinto.