La persona que ayuda o realiza las tareas que otra no puede por sí misma, permitiendo así que pueda llevar una vida independiente. Cualquier persona con algún tipo de dificultad funcional o intelectual, puede recurrir a la ayuda de un Asistente Personal.
La capacitación que reciben nuestros AP los ayuda a comprender los alcances de su intervención y cómo acordar un plan de trabajo con el usuario, así como las instrucciones a seguir ante situaciones inesperadas o de emergencia.
Con los conocimientos solos no alcanza. Nuestro Asistente Personal debe tener la esencia propia de una persona que se brinda, que ayuda y es feliz haciéndolo. Esa esencia está compuesta por respeto, empatía y amorosidad. Algo que no podemos enseñar, pero podemos elegir.
SI ALGO CAMBIA, TODO CAMBIA.