“Ser padre no necesariamente se trata de engendrar a un bebé, sino de amarlo, educarlo, alimentarlo, cuidarlo y protegerlo, asumiendo con responsabilidad el rol de acompañar al pequeño en su crecimiento, viviendo con él cada una de sus etapas.”
Ben es padre a tiempo completo. Inicialmente planeó adoptar a un niño cuando tenía 21 años y hace un año atrás, se ha convertido en padre de cinco niños tras adoptar a su hijo Noah, quien tiene una rara condición genética.
“Inicialmente vi un anuncio de servicios sociales de adopción local donde buscaban padres adoptivos y pensé, bueno, no me van a aceptar porque soy soltero. Pero les dije quién era yo y dónde trabajaba, por fortuna se mostraron muy positivos y entusiasmados”.
Siempre pensó que gracias a su trabajo con adultos y niños discapacitados que era justo adoptar a un niño discapacitado porque sabía perfectamente que podría cuidarlo.
“Noah es genial y se ha adaptado perfectamente a nuestra familia y, para ser sincero, es como si siempre lo hubiésemos tenido. Sus hermanos son muy buenos con él, Lily en particular es extremadamente maternal , me ayuda a alimentar a Noah y hacer algunas cosas».
El hijo mayor de Ben, Jack, tiene autismo, Ruby tiene un uso limitado de sus brazos debido a que tiene síndrome de Pierre Robin y algunas fallas óseas, Lily no tiene audición, Joseph tiene el síndrome de Down y Noah síndrome de Cornelia de Lange.
Ben contó que cuando estaba hojeando una revista mensual de adopción de niños que son considerados “difíciles de adoptar” vio a Noah, un bebé con graves y complejas necesidades . Pensó que debía ser parte de algo especial como lo es su familia, que tuviera a alguien que lo aceptara a él y a su discapacidad.
“Nunca he querido tener hijos biológicos porque ser padre es mucho más que solo estar biológicamente vinculado a un niño. No planeo adoptar más niños, pero soy una de esas personas que nunca dice nunca. Si en el futuro un niño realmente me necesitara, estoy seguro de que terminaría adoptándolo”.